MAHARISHI KANNAH

sábado, 26 de diciembre de 2015

Lanzar los dados

No te preocupes, nada está bajo control.

La frase "No te preocupes, nada está bajo control" de las corrientes budistas, o esta que reza: "Si algún problema tiene solución no tienes por qué preocuparte, y si no la tiene, pues tampoco te preocupes" son más que dogmas de vida; son consejos para la eterna felicidad. El ser humano está demasiado acostumbrado a querer tenerlo todo bajo control, que todo sea perfecto; esto es causal de estrés. Cárceles anímicas, nuestro estado de ánimo nos hace prisioneros, somos esclavos de nuestro propio cerebro, de nuestros pensamientos, nuestra mente. Vivimos queriendo complacer al mundo entero, todos tienen que saber lo perfecto que somos, lo bien que nos han salido las cosas; qué gran estrés! Y esto lo ves en las oficinas, en el deporte, en los artistas que ya no hacen arte, básicamente cualquier cosas que hagas está regida por la lupa meticulosa... de quién? De nosotros mismos!

Somos nosotros mismos quienes nos juzgamos, no la sociedad. Cuando suelo decir que la sociedad te obliga a algo es porque tu lo aceptas porque de lo contrario nadie podría obligarte a nada. Quien dice que debes seguir un dogma social? la sociedad pero quién acepta seguirlo? pues tú!

Cuando se dice que no te preocupes de los problemas se dice en realidad que cojas las cosas con calma porque al fin y al cabo ya ocurrieron. Se dice que no tomes decisiones a la ligera que luego podrían resultar mal, como dicen: que no sea peor el remedio que la enfermedad. Cuando logras darte cuenta es increíble, el afán de perfección y tomar decisiones a la ligera suelen ser parte del mismo patrón de comportamiento, del mismo tipo de personalidad. El hecho de querer lograr la gran perfección, de querer tenerlo todo bajo control denota una personalidad inconforme consigo mismo, una persona inconforme suele afanarse por demostrar algo a cambio de ovación, si no quiere ovación entonces para que se perfecciona? para ti mismo? es exactamente lo que dije: Inconformidad contigo mismo! Exigirse uno mismo y exigir a los demás es sinónimo entonces de vacío emocional; de falta de amor propio. Cuando estás seguro de ti mismo las dudas son ínfimas, cuando te amas y te valoras no tratas a los demás como trapos. He escuchado decir que quien trata mal a los demás es porque en realidad siente traumas y resentimientos que le hacen un ser humano inseguro pero que no lo quiere demostrar; ocurre lo mismo con quienes exigen demasiado de su trabajo: no son felices! 

Todos tenemos altos y bajos emocionales pero el asunto está en si te dominan los malos momentos o no; si sabes salir del hoyo cuando es necesario. Hay quienes pierden la vida en sus propios abismos emocionales. Cuando digo que pierden la vida me refiero a perder el tiempo aunque hay quienes literalmente han atentado contra si mismos a causa de su propia voluntad de permanecer sumidos en los traicioneros caminos de la depresión y la inseguridad.

El ser humano actual, más que nada el occidental suele vivir en un completo caos emocional, demasiados cambios frecuentes, demasiadas emociones que no puede manejar tan fácilmente. Todo es más rápido, hay más estereotipos, hay más demandas, más "exigencias sociales", no está acostumbrado a hacer pausa, no está acostumbrado a meditar, no está acostumbrado a limpiar la neblina que le obstruye la visión y pensamiento.  Cuando digo "acostumbrado" no digo que debas hacer de la meditación algo rutinario y obligatorio, no se trata de eso, se trata de que aconsejo empezar la práctica de tomar las cosas con calma antes de cada decisión, es por tu bien. Las decisiones aceleradas solo traen más problemas de los que ya hay, por buenas que parezcan al principio. 

A veces solo hay que lanzar los dados.

Tomar decisiones apresuradas y exigirse a sí mismos en exceso son parte del mismo círculo vicioso social que también te dicta que no puedes ser propio, ni original. Muchas veces la perfección raya en lo absurdo al punto de que, un artista por ejemplo, no hace lo que ama sino que se exige para lograr lo que otros quieren ver u oír.  Todo esto a que viene? A que a veces sólo haya que lanzar los dados, a veces sólo hay que atreverse; hacer lo que realmente sientes. Nótalo, cuando sale un nuevo personaje de farándula "original", muchos le admiran y dicen: quiero ser como él o ella, otros le critican y dicen: está rompiendo los patrones, pero siempre queda en tu boca el sabor ese de: esto es lo que necesitábamos de hace tiempo para refrescarnos. Lo que quiero decir es que está en la mira del ojo público porque representa lo que muchos quisieran ser pero no se atreven. Muchas personas no se atreven a lanzar los dados, ni en su arte, ni en su música, ni en su baile, ni en su sonrisa, ni en su trabajo, ni en su estudio, ni en sus viajes, ni en sus amores; se quedan la vida entera con los dados en las manos y la vida se les va. Tienen miedo al fracaso y peor aún: Al que dirán!

Lanzar los dados no te garantiza que seas feliz, 
no te garantiza que lo lograrás, 
no te garantiza estabilidad, no te garantiza vivir más pero 
al menos garantiza que lo intentaste.


Te dejo un párrafo budista para que te ayudes a separarte de los estigmas sociales:

No creas en algo simplemente porque ha sido transmitido por muchas generaciones.
No creas en nada simplemente porque ha sido dicho y rumorado por muchos. 
No creas en nada simplemente porque está escrito en las Sagradas Escrituras. 
No creas en nada meramente por la autoridad de maestros, mayores u hombres sabios. 
Cree solamente despues de cuidadosa observación y análisis; cuando encuentres que concuerda con la razón y que conduce a lo bueno y al beneficio de uno y todos, 
entonces acéptalo y vive segun ello.

La sociedad es como una prisión que tiene un sin fin de celdas, cada celda contiene un aspecto de la personalidad o de la naturaleza humana que se trata de reprimir y hay que ir logrando escapar de cada una de ellas para completar nuestra huída, nuestro gran escape de la prisión social. Hay cadenas, ataduras, castigos, juicios y prejuicios. En una celda están tus verdaderos pensamientos, no solo los que expresas en público, en otra celda están los deseos humanos y sexuales, en otra celda está el gusto por lo exótico, las ansias de libertad son las que mayor riesgo corren de morir condenados bajo la perpetuidad de las sombras; nadie es lo que realmente quiere ser; quien realmente quiere ser. Por eso cuando logran probar un poco de libertad, de alegría o de placer quedan adictas a ello, abusan, se descontrolan y se auto-destruyen. Puedes hacer lo que gustes con tu vida, el problema está en que si tu comportamiento afecta negativamente a otros pues mejor quédate como estabas, si no sabes manejar la libertad mejor sigue siendo un esclavo más del sistema.   

Lanza los dados pero no tomes decisiones apresuradas y trata de ser feliz, que nada está bajo control.

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