MAHARISHI KANNAH

lunes, 13 de junio de 2011

APRENDER DE LA VIDA

Mucha gente no aprende por la sencilla razón de que no quieren aprender.
 
La vida es una gran escuela, se aprende de todo y de todos, debemos estar alertas a cada sonido, cada suspiro, cada ínfimo movimiento y meditar sobre él. La vida nos enseña tanto por tan poco.

Solemos pensar que la verdadera y única formación educativa está en las universidades y en las mejores escuelas pero, todas esas “enseñanzas” nacen de la vida.

La psicología, la astrología, la física, la química, las matemáticas, el arte; Todo se encuentra ya en la vida pero, ¿quien le enseño a la vida?. La vida es solo LA VIDA, la existencia en la que habitamos como especie, una especie especial pero, ni la única, ni la primera, ni la última que habitará este mundo.

Muchas personas no quieren aprender de la vida, vagan sin rumbo pensando que deben estudiar y aprender de maestros, quienes a su vez fueron alumnos de maestros pero ¿Quién le enseño al primer maestro?, respuesta: LA VIDA.

No sólo basta ver, hay que observar. No sólo basta oir, hay que escuchar con detenimiento. No sólo basta tocar, hay que aprender a sentir. No sólo basta oler, hay que intuir, imaginar. No sólo basta probar, hay que saborear. No sólo basta hablar, hay que ser elocuente. Y no sólo basta respirar, hay que vivir. Son dos cosas muy diferentes: Estar vivo y vivir la vida, son muy distintas. Una requiere respirar y mostrar signos vitales, la otra simplemente requiere disfrutar la vida.


Pero ¿qué es la vida? pues todo, todo lo que nos rodea. desde la tierra en nuestros pies hasta la más lejana estrella. Eso es la vida.

Muchas personas tiene los 5 sentidos bien desarrollados pero hay ciegos que ven mejor que ellos, sordos que entienden mejor, mudos que se expresan mejor. No se han dado cuenta lo dichosos que son, en vez de utilizar los 5 sentidos básicos para aprender de la vida se han dedicado a desperdiciarlos.


No aprenden de las hormigas, ni de los árboles, no huelen las flores, no sienten la brisa, ni los rayos del sol, no escuchan a los pajaros ni las olas del mar y no sienten emociones diversas. ¿Por qué?. Llevan años entre autos, tranques, celulares, oficinas y salones de clase. Tanto así que al bañarse en un río, al acampar en una montaña o al ir de excursión a un zoológico sienten que es algo totalmente diferente y extraordinario y que darían todo por vivir así siempre. Pero no lo hacen. Vuelven a su esclavitud.

La vida siempre ha estado allí, los pajaros, los ríos, las montañas, siempre han sido parte de la vida. Pero el ser humano no quiere aprender. No de la vida. Sino de los libros. Sólo quiere aprender del internet, del maestro. Pero ¿que mejor maestro que la vida?.

Y no hablo de la vida de 8:00am a 5:00pm en el trabajo, luego de allí a la universidad, luego a la casa adormir sin disfrutar de los hijos o de los padres. Hablo de la vida como tal: la naturaleza, nuestro mundo.

Duermen y se levantan todos los días con los mismos problemas, no más. Deberían “resetear su ordenador/cerebro” cada mañana. Cada día diferente, con propuestas, con soluciones, con felicidad.

Pero esa felicidad está en ti, y de ti también depende disfrutar la vida. La vida es como una canción: puedes bailarla solo o acompañado pero no te quedes mirando a todos bailar mientras se acaba tu pieza favorita. Además es importante que bailes tu propia canción, no la canción de otros, ni la que otros quieren que bailes. Sólo baila tu canción. eso es la vida: UNA CANCIÓN PARA BAILAR, UNA MAESTRA PARA APRENDER.

Roberto Alexis Rordriguez
Maharishi Kannah.

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