Somos Pescadores

La verdadera riqueza

        Un hombre rico veraneaba en un pueblo de pescadores. Cada mañana, solía pasear por la playa, y siempre veía a un pescador dormitan­do en su barca. Un día se le acercó y, tras los saludos de rigor, le dijo:

        —Y usted... ¿no sale a pescar?

       —Bueno, sí: salí esta mañana temprano, y no se dio mal.

        —¿Y no va a salir otra vez?

—¿Para qué? Ya pesqué lo suficiente para hoy.

—Pero si usted pescara más, conseguiría más dinero

—¿Y para qué quiero más dinero, señor?

—Bueno, con más dinero podría usted tener un barco más grande.

—¿Un barco más grande?

—Pues claro, con un barco mayor usted conseguiría más pesca, y más pesca significa más dinero.

—¿Y para qué quiero yo tanto dinero?

—Pero, ¿no lo entiende usted?: con más dinero podría comprar varios barcos, y entonces pescaría mucho más, y se podría hacer rico.

—¿Yo? ¿Ser rico?

—Sí, claro. ¿acaso no desea ser rico? Podría usted comprarse una casa bonita, tener un coche, viajar, tener toda clase de comodi­dades.

—¿Y para qué quiero yo esas comodidades?

—¡Dios mío!¿Cómo es posible que no lo entienda? Si usted tuviera comodidades y riquezas, entonces podría usted retirarse a disfrutar y descan­sar.

—Caballero, eso estoy haciendo ahora!

Laureano Benítez

Nota esto: Cuando somos niños todos somos felices, venimos felices a este mundo. Estamos felices desde la placenta. Apenas abrimos los ojos y vemos el mundo, empezamos a reconocerlo, todo nos parece maravilloso.¿Ves a los bebes? como se sorprenden con cada nuevo hallazgo. Aveces hay sorpresa otras veces hay temor pero una vez dominada la experiencia hay pura felicidad. Y así pareciera que son nuestros padres, el mundo. Todo parece tan feliz como nosotros. Pero a medida que vamos creciendo nos damos cuenta que nos ponen mas y mas limitaciones. Ya no nos permiten todo, ya muchas cosas hacen daño, ya muchas cosas son malas o pecaminosas, muchas cosas nos lastiman, tanto moral, espiritual y físicamente. Pero a la vez que nos van restringiendo cosas también nos van inculcando cosas. Nos reemplazan inocencia y en su lugar ponen temores, deseos, metas y mitos. 

Pero no es culpa de nuestros padres, solamente. Ellos sufrieron la misma transformación gradual. Todas las presiones sociales, políticas, religiosas, de moda, consumistas, etc. Todas esas presiones evitan que veas al pescador feliz en su barca que eres y te obligan, prácticamente a mirar mas allá. Hacia el horizonte inalcanzable de la felicidad material. Se nos olvida una frase celebre, trillada y gastada pero muy cierta: "Entre mas tenemos, mas queremos...".

Debe haber un balance entre lo material y lo interior. Lo material es útil pero, ¿que es útil y que es innecesario? Lo innecesario es infelicidad, es traumas, es impaciencia, es estrés. Un reloj de diamantes de 200,000.00 dolares da exactamente la misma hora que un reloj de 200.00 dolares y este a su vez da la misma hora que un reloj de 20.00 dolares: Nota la diferencia en los 0 (ceros). Pero es exactamente la misma hora, es el mismo tiempo. Y a su vez ese mismo tiempo no es mas que el ahora. El reloj no te puede dar la hora de mañana ni la de ayer. Solo la de ahora, con o sin diamantes.

Escucha esta anécdota: Cuando recién estaba yo trabajando en la Zona Libre de Colon, Panamá se inicio la moda de las gafas de sol transparentes osea que no eran oscuras. Llego el jefe de ventas de la empresa donde yo laboraba y me dijo: Me gustan tus gafas están mejor que las mías, cuanto te costaron? Yo respondí, 1.50 (un dolar con cincuenta centavos), el tipo quedo sorprendido y furioso, no podía creer que sus gafas no se vieran tan bonitas y luego me dijo: Pues las mías costaron 180 dolares, con ademanes de superioridad. Pero pregunto ¿crees que ese pobre hombre este tranquilo? Jamas. El mundo te enseña a competir y a lograr y conseguir cosas que son apreciadas solo por su valor en el mercado. No por lo que realmente son o por como realmente se vean. Hay ropa espantosa de diseñadores que solo por costar miles de dolares las personas hacen el ridículo vistiendolas. Pero dirán: Para gustos los colores.

El valor de las cosas los decide el hombre. No viene escrito en el objeto desde la naturaleza. Todo los valores son dados por el hombre, su criterio, su dificultad para conseguirlo, su utilidad relativa y la especulación. ¿Y tu te haces enredos por eso?

Mi punto es la barca en la que duerme el pescador. Eres tan feliz buscando tu alimento, cosechando en el campo, pescando en las playas y ríos. ¿Porque renuncias a todo esto para pagar un mas alto precio en el mercado? Puedes hacer una finca detrás de tu casa y no tener que comprar legumbres ni frutas pero ¿es una vergüenza verdad? Tus vecinos deben verte comprando productos importados que muchas veces son dañinos pero "son importados".

puedes tener tu cabaña cerca del lago o del mar y así caminar o ir en bicicletas pero no es tan glamoroso como un auto deportivo ni un gran apartamento. Piensalo, no tendrías que gastar cientos de dolares en combustible para llegar de tu casa al trabajo y te ahorrarías mucho si solamente comieras los frutos de tu patio. Pero no es elegante.

¿Has notado como se mira a los campesinos cuando llegan a la ciudad? son inadaptados, son ignorantes, están en el pasado. Así los miran. Sin embargo tu quieres ser aceptado cuando vas al interior del país, quieres ser visto como igual, tratas de hablar como los de esa región. ¿te has preguntado como te ven ellos? Eso si, la botella de agua es esencial pues la de ellos puede estar contaminada.

Lo que digo es que en el fondo el hombre tiene un afán de regresar a sus raíces, quiere ser libre, quiere ser auto suficiente, quiere dejar la hipocrecía, la avaricia, muy, muy en el fondo. Tan en el fondo que es muy difícil notarlo pero así es. Pero va por rumbo equivocado, cree que debe malgastar su vida trabajando, sufriendo, estresandose, endeudandose, pasando por encima de personas y aveces dejarse pisotear el mismo. Consumiendo su mente y su alma en vanos esfuerzos para luego ser recompenzado por tanto trabajo y esfuerzo. Cuando todo lo que debe hacer, en realidad es salir a pescar y luego descansar.